Tomografía de Tórax: Clave en el Diagnóstico Pulmonar
- Norelys Camacho
- 26 sept
- 2 Min. de lectura
La tomografía computarizada de tórax se ha consolidado como una herramienta esencial en la evaluación de enfermedades respiratorias. Gracias a su alta precisión, permite identificar desde infecciones agudas como la neumonía, hasta patologías crónicas y destructivas del tejido pulmonar. La Dra. Magdelyne Ceballos Olivero, neumóloga de la Clínica Abreu CDD, nos comparte los principales hallazgos tomográficos observados en pacientes neumológicos, destacando su valor clínico y diagnóstico.
Entre las afecciones más comúnmente detectadas se encuentran la neumonía, el enfisema pulmonar, abscesos, bronquiectasias, quistes pulmonares y signos de fibrosis. También es posible identificar nódulos pulmonares (lesiones menores de 3 cm) y masas (lesiones mayores de 3 cm), así como enfermedades intersticiales y alteraciones pleurales como el neumotórax y el derrame pleural.
Uno de los aspectos más relevantes en la interpretación tomográfica es la diferenciación entre nódulos benignos y malignos. Aunque ningún signo es completamente concluyente, ciertas características permiten establecer una probabilidad diagnóstica. Los nódulos benignos suelen presentar calcificaciones centrales o concéntricas, bordes lisos, forma redondeada y estabilidad en el tiempo. Por el contrario, los nódulos malignos tienden a ser mayores de 8 mm, con bordes espiculados o irregulares, crecimiento progresivo y apariencia subsólida.
La tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) es considerada el estándar de oro para evaluar enfermedades intersticiales pulmonares difusas. Esta técnica permite identificar patrones específicos como reticulaciones, opacidades en vidrio deslustrado, cavitaciones, panalización y quistes, además de valorar la extensión y severidad de la enfermedad.
En el contexto de infecciones respiratorias, los hallazgos tomográficos varían según la fase de la enfermedad. Las infecciones agudas se manifiestan como infiltrados alveolares, consolidaciones con broncograma aéreo, opacidades en vidrio deslustrado y derrame pleural. En casos crónicos, se observan signos de fibrosis, bronquiectasias, cavitaciones, calcificaciones y engrosamiento pleural.
Es importante destacar que, aunque la tomografía ofrece información detallada, su interpretación debe integrarse con la evaluación clínica y los resultados de laboratorio para establecer un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado. En la Clínica Abreu CDD, la Dra. Magdelyne Ceballos Olivero ofrece una valoración especializada que combina tecnología avanzada con experiencia médica para el cuidado integral de tus pulmones.
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